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NO SEAS COMO UNA RANA

Muchas veces cuando nos damos cuenta de la factura que pasan todos los malos hábitos que adoptamos a lo largo de nuestra vida, es demasiado tarde y como consecuencia nos hacemos acreedor de una vida zombi, cáncer a “n” cosas, muchas frustraciones, cirrosis, y lo que es peor afrontamos la famosísima frase: “que hubiera pasado si…” Bueno para no llegar a esos extremos te traigo una comparativa muy curiosa a la cual debes prestar mucha atención.


En el continente asiático, donde es común el consumo de ranas en la dieta gastronómica, porque aseguran que contribuyen a tener fuertes pulmones y una piel más clara (habrá que probar). Para que puedan cocinar a una rana antiguamente se les hacía muy difícil, ya que, al poner directamente a la rana en una olla de agua hervida, ésta comienza a desesperarse y a saltar con tal de escapar. Más tarde, se dieron cuenta que poniendo a una rana en la misma olla con agua a temperatura normal se quedaba

Lo mismo sucede con las personas que no despiertan de ese gran sueño, que en muchos se torna eterna y se van a la tumba sin darse cuenta del potencial que llevan dentro

quieta, de esta manera podían ir calentando la olla a fuego lento y la rana no se daba cuenta que la temperatura iba subiendo porque estaba absolutamente climatizada y se iba adaptando a las constantes subidas de temperaturas, hasta que finalmente moría al estar totalmente cocida, sin dar un salto o brinco de incomodidad.


Lo mismo sucede con las personas que no despiertan de ese gran sueño, que en muchos se torna eterna y se van a la tumba sin darse cuenta del potencial que llevan dentro. El símil de lo que le sucede a la rana con las personas es muy parecido, ya que a veces nos vamos matando con sustancias tóxicas, que, por el simple hecho de ser socialmente permitido, creemos que no hace daño, pero a la larga traen consecuencias deplorables; o lo que es realmente peor, vivir en una mentalidad de escasez o víctima, con la cual no te permites hacer lo que realmente quieres hacer, o sientes que tienes ideas de negocios innovadoras de hacer cosas diferentes a las que normalmente haces y sabes que te harían muy feliz de hacerlo realidad, pero que no te atreves por el qué dirán, ya que no es tu materia o tu círculo no está acostumbrado a verte haciendo cosas diferentes a las que los tienes acostumbrados. No esperes estar cocido para que des el salto porque ya no podrás (que es lo mismo que esperar a que todavía nos duela, moleste o sintamos la incomodidad), si ya sientes tu olla estar media caliente es hora de pegar el salto fuera de ella y construir una vida que realmente te mereces.


Y si no tienes idea de cómo comenzar o qué hacer para pegar ese salto, mándame un mensaje y mi equipo se pondrá en contacto contigo para poder pegar ese SALTO, pero no al vacío sino un SALTO HACIA EL ÉXITO.

 
 
 

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